El marisco forma parte de esos muchos tesoros que esconde el mar, en este caso a nivel nutricional. Las proteínas que proceden del territorio marino son de una alta calidad, aportando a nuestro organismo la ración que necesitamos de estos nutrientes.
El aperitivo que vamos a preparar hoy es un clásico entre las tapas, aunque aportaremos nuestro toque personal combinando unos deliciosos mejillones con otros alimentos.
Existen diferentes tipos de mejillones, pero todos ellos son una fuente de proteínas muy buena, debido en parte a su alto contenido en agua y sus bajos niveles de grasa. Además contienen altos niveles de yodo, necesario para un correcto funcionamiento de nuestro metabolismo, así como importantes cantidades de hierro.
Comenzamos con las indicaciones para que preparéis este aperitivo saludable en pocos minutos.
Ingredientes
- Una malla de mejillones frescos
- Un vaso de agua con sal
- Una hoja de laurel
- Un poco de perejil
- Un limón
- Un puerro pequeño
- Un 1/2 de pimiento rojo
- Un 1/4 de cebolleta
El primer paso es limpiar los mejillones, eliminando todas las algas, hilos y todo lo que pueda estar pegado a la concha. Desecha aquellos mejillones que estén abiertos o rotos, ya que podrían estar en mal estado o tener una calidad más baja.
Truco! Utiliza un cuchillo para rascar las imperfecciones adheridas a la concha, eliminando todos los posibles restos
Una vez que los tengamos limpios, colocamos en una olla profunda el agua con sal, el laurel y el perejil, añadiendo también los mejillones. Los dejamos hervir durante unos 10-15 minutos aproximadamente, a fuego medio-fuerte, hasta que el hervor mueva la tapa de la olla y estén todos los mejillones abiertos.
Mientras se hierven los mejillones, vamos preparando el picadillo de verduras. Cortamos el puerro, el pimiento rojo y la cebolla en cuadraditos pequeños o brunoisse, añadiendo sal, aceite y vinagre al gusto.
A la hora de presentarlos, podemos enfriar los mejillones antes o servirlos recién sacados de la olla. A elegir al gusto de los comensales. Colocamos los mejillones en los extremos de la fuente, reservando el centro del plato para el picadillo de verduras, el que colocaremos con forma de un pequeño volcán. Antes de servirlos, exprime el jugo del limón sobre el plato, dándole el toque característico de este plato.
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